miércoles, 28 de noviembre de 2012

Espontaneidad infravalorada


  Es una pena esto de los guionistas de las series. Especialmente de las americanas. Se curran unos diálogos perfectamente ingeniosos, todos los personajes saben qué decir y cuando decirlo. Y nosotros, como tontos, nos creemos todas y cada una de sus palabras. Nos enamoramos de los personajes, nos identificamos con situaciones totalmente ficticias y detestamos a los malos. Somos felices mientras seguimos la historia, llegando a pensar que a nosotros también puede pasarnos todo eso. Porque, finalmente, no es el cine o la televisión quien imita a la realidad, si no que nuestra realidad se desvive por imitar a la pantalla.
  Desde las escenas de instituto en "Glee" a las conversaciones entre amigos de "Friends" o "Cómo conocí a vuestra madre", pasando por los sórdidos romances del upper east side de la mano de "Gossip Girl", a todos nos encantaría encontrarnos (al menos en una consulta) a un médico tarado y borde que se parezca al Dr. Gregory House. Y es que con las borderías pasa lo mismo. Siempre se nos ocurre algo ingenioso que podríamos haber dicho cuando ya no es el momento oportuno. "Ay, si le hubiera contestado con esto ya verías como se quedaba calladito y en su sitio". Lo siento, tarde.
  Idolatramos lo que ocurre en la caja tonta. Nos encanta que nos mienta, y nadie se molesta en decirnos "eh, sabes que eso no va a ocurrir ¿no?" Y, aunque nos lo dijeran, seguiríamos ensimismados, mandaríamos callar al aguafiestas y seguiríamos tan campantes, viviendo historias ajenas.
  El problema de que nos enamoremos de los personajes, más alla de la situación de las quinceañeras hormonadas, no es que el protagonista de turno esté buenísimo o sea Johnny Depp. La importancia reside en los guiones, en lo que dicen unos y otros. Al fin y al cabo, tambien podemos adorar a los personajes de una buena novela sin necesidad de asociarlos a un actor concreto. De ese modo, añadimos cosas e incluso nos montamos nuestra propia historia en la cabeciña, con lo que, al final, guionistas y escritores se encargan de destrozarnos la vida, haciéndonos creer que lo que nos cuentan tiene cabida en la vida real. 
  Palabras, palabras y más palabras, está claro que son lo que mueve el mundo. Una frase mal dicha puede arruinar una carrera política, las declaraciones de un artista pueden poner a sus fans en contra y cualquier historia que llegue a oídos del resto puede ser malinterpretada. Solucionan y generan conflictos y siguen saliendo de nuestras bocas con una facilidad asombrosa. Y aun así, envidiamos aun la verborrea estudiada de guión. Aunque, claro está, mejor identificarse con esas páginas llenas de ilusiones que con las últimas fotos de Belén Esteban impresas en papel couche.  


"Revelar la verdad es encender una cerilla. Puede iluminar, ayudarte a ver mejor, o puede prender fuego a tu mundo" 
Being Erica


Por cierto, que Being Erica es una serie totalmente recomendable, en mi línea de mezclar ficción y realidad pero que, en cuanto a palabrería, las citas del Dr. Tom no tienen pérdida

viernes, 23 de noviembre de 2012

impunes


"La hoja se desprendió y llegó al suelo antes de que él pudiera hacer nada por remediarlo. Ya era definitivo. La prueba del crimen se ahogaba en aquel sucio charco. Mientras él, aun en lo alto del árbol, luchaba por no perder el control de la situación. Ya no había prueba, ni testigos, pero tenía la certeza de que si seguía por ese camino resolvería el misterio."

domingo, 28 de octubre de 2012

Sensualidad en 4:3


Es oficial, el blanco y negro es sexy. Muy sexy, para ser exactos. Los creativos y publicitarios del mundo se han percatado de ello y nos bombardean con el formato en escala de grises en las distintas pantallas del mundo. 
El anuncio de Intimmissimi, por ejemplo. Puedo asegurar que cada vez que aparecían Daniela, Sofía y compañía, en mi piso entraban unas ganas increíbles de cantar el “Be Italian” y sentirnos como las acompañantes de Guido en “Fellini Ocho y Medio”. Mujeres de despampanantes curvas que el resto de féminas envidian y los hombres admiran, esperando que alguna se cruce de camino a su cama.



Al otro lado, la clave bicolor también fascina. Por mucho que proclames tu antimadridismo, es imposible no caer rendida con otro anuncio de moda. Es el caso de Xabi Alonso posando para Emidio Tucci. Está claro, lo clásico gana, igual que en el caso de Intimissimmi reinterpretando a Fellini: trajes oscuros, corbatas dignas del propio Mr. Stinson (exceptuando la corbata de patitos)... e incluso el nombre de la colección: Black ¿Qué hay más clásico en moda que el negro? 


Llegados a este punto, donde lo normal sería que a ambos sexos se os cayera la baba por uno u otro anuncio (o por los dos), estaréis pensando “Más no, que me enamoro”. Pues siento decir que hay más, una serie de vídeos que he tenido el placer de encontrar recientemente. No tienen en común con los anteriores nada más que el blanco y negro y el formato audiovisual. ¿Diferencias? Lo considero más sensual e interesante. No, no es porno. Pero es mucho más sexy por el simple motivo de que, esto, es REAL. Los anuncios nos reflejan algo que queremos ser, en lo que nos gustaría convertirnos, como si fuera tan sencillo como comprarse un determinado traje o sujetador (aunque en el caso de la ropa interior si funciona más a menudo). 
Aquí, sin embargo, el artista Clayton Cubbit busca algo más natural con esta serie denominada "Hysterical literature". Las expresiones de esas mujeres, las sonrisas con las que se despiden, la calidez que transmiten con sus gestos... Cada una es diferente, pero, en mi opinión, es más fácil identificarnos con una de esas personas que con un anuncio de lencería. Una vez más, en blanco y negro, sin más atrezzo que una mesa, una mujer y un libro, os presento una alternativa para conseguir que la lectura sea sensual más allá de “50 sombras de grey”. 
(Recomendable el uso de auriculares en determinadas situaciones o lugares públicos)



Para los interesados, el resto de videos de la serie “Hystericall Literature” en el portafolio de Cubbit

domingo, 21 de octubre de 2012

Cuando hace falta más carbón

     Comparación corta y sencilla y con todo el respeto a los niños del mundo, no pretendo comparar su maldad infantil con la de la clase política, nada más lejos de mi intención, pero la situación viene a ser la misma.
       Si un niño se porta mal, sabe que los reyes magos no le traen las cosas que pide en la carta de navidad. Ahora bien, si se porta mal y en vez de carbón traen los juguetes nuevos sin tener en cuenta el comportamiento, el chavalín seguirá feliz en su mundo de rebeldía y travesuras. De poco vale que los padres se quejen de los disgustos que les da el nene si a la hora de la verdad le dan los caprichos. 
         Esto lo entiende todo el mundo, ¿no?
     Cambiemos niños por partidos políticos, dia de reyes por jornada electoral y padres por los votantes. No me quejo concretamente del resultado electoral por mucho que me disguste. Me quejo de que los votantes (y no votantes, ojo al dato, que es una parte importante en este caso) se pasan cuatro años manifestando su descontento con la situación, las manifestaciones están llenas de gente que reclaman sus derechos y en los periódicos hay cartas al director y artículos de opinión por doquier. Y llegado el "día de reyes", que es el único día de los cuatro años en el que se puede buscar el cambio, las cosas no varían. ¿Resulta que durante cuatro años la gente se ha quejado por inercia, por que sí o cual es la explicación?
    Decidme, si con los reyes magos la cosa es tan clara, ¿Por que me cuesta tanto entender lo que ha pasado hoy?

viernes, 19 de octubre de 2012

Victoria del conformismo

     Ésta semana me han echado en cara que soy una romántica. 
     No ñoña, no. Romántica en el sentido de poco realista. Mi problema es que creo en la parte buena de la gente, confío demasiado en que se haga lo correcto y tengo la buena teoría de que el mundo puede cambiar y, por lo tanto, existe la posibilidad de mejorar.
     Que me tachan de ilusa, vamos.
   Deprime pensar que, actualmente, las cosas que son coherentes, a la sociedad le parezcan irrealizables.

martes, 16 de octubre de 2012

Teoría mecánico-existencial


  Metaforeémos un poco. 
  Supongamos el ser humano como un ordenador. Supongámonos a nosotros mismos como ordenadores, para ser más exactos. Según las teorías clásicas de filosofía, debíamos distinguir entre cuerpo y mente. Pongamos entonces que somos un hardware a base de esqueleto y músculos varios, con un software determinado. En cuanto al tema físico, ahí cada uno que se meta en el saco que más le interese, alguno se considerará un perfecto Mac y otros con la moral menos subidita se conformarán con un pc más normalito. Por supuesto, tienen cabida también en esta metáfora las diferenciaciones personales y el libre albedrío: podríamos acercarnos a la clínica tecnoestética más cercana para un microimplante en el disco duro, o colocarnos una carcasa a juego en el iZara de la esquina.
     Pero vamos al tema preocupante: ¿Y el software? ¿Quién lo determina? ¿Vendríamos con él instalado de serie y evolucionaríamos a base de actualizaciones? La posibilidad de ir desarrollando por cuenta propia nuestro sistema operativo sería imposible desde un inicio. Un tema a tener en cuenta es de las aplicaciones. Y muy útil. Lo primero que yo bajaría, clarísimamente, una aplicación de toma de decisiones. ¡Cuánto tiempo ahorrado, yo que tardo media hora hasta para decidir que yogures voy a comprar! Sinceramente, ni siquiera me plantearía el hecho de que la decisión fuera incorrecta, sólo el hecho de tomarla rapidamente.Y si en los yogures ya me ahorro quebraderos de cabeza, ni me imagino en el resto de cosas con las que suelo romperme el coco más a menudo de lo que debiera. Cuando se trata de tomar decisiones relacionadas con personas (u otros equipos informáticos en este caso), soy la inseguridad personificada. Tener en cuenta o suponer qué opina el resto requiere un tiempo que, en muchos casos, acaba siendo tiempo perdido. Admiro realmente a los que deciden en un par de minutos qué hacer, y tienen esa capacidad para despreocuparse de los resultados que puedan acarrean sus decisiones. Admiro, que no envidio.
     Supondría, por lo visto, muchas facilidades respecto a nuestra forma de vida actual. Entre los contras, que más de uno nos colgaríamos a los dos años de vida, convirtiéndonos en una versión de "The walking dead" pero con pantallas azules andantes. Además, imaginaos con que mal pie empezaríamos los días si nos despertáramos con un estruendoso: "la base de datos de virus ha sido actualizada".

sábado, 6 de octubre de 2012

De bienvuelta

     Pues si, ya se que no cumplí, en su momento dije que retomaba esto del blog y nanai de la china, siguió quedando en el olvido después de un par de entradas de nada... Pues vale, casi un año de desvarios literarios perdido. Y que no se diga que no lo intenté, que algún que otro párrafo sí quedo almacenado en los borradores. Ahora bien, esta vez si que va en serio, me comprometo. Attention mes braves mousquetaires!! De aquí en adelante esto se convertirá en mi nuevo cajón de sastre, aunque intentaré mantenerlo lo menos desastroso posible. ¿Qué quiere decir esto? Pues basicamente que pienso escribir de todo lo que se me pase por la cabeza, pero que no soy yo de llevar un orden... intentaré buscar alguna conexión entre unos y otros posts a base de etiquetas, pero no os sorprenda que acabe todo medio mezclado en más de una ocasión...  
     En cuanto a temas políticos, cuando salga alguno no me lieis la cabeza, no pretendo ofender a nadie y si alguien se da por aludido por sus afinidades es cosa suya. Vuelvo a recordar que éste es mi blog y consecuentemente mis ideas, el que quiera defender sus propuestas que escriba su propio blog o que me invite a una caña para tener un debate como dios manda, no quiero comentarios y malentendidos varios.
     Y por último, decir graciñas a todos los que me habéis animado a volver con esto, que me conoceis lo suficiente como para recordarme cuando hace falta lo bien que me viene dar rienda suelta a lo de teclear. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

Medio par

Todos esos dias, todas esas horas, todos esos minutos, reducidos a cenizas, en unos instantes...Asi, todo cabe en el medio par de zapatos de clown. Prohibido tirar colillas al aire, borrar recuerdos a base de cerveza, romper corazones rotos, acabar con tristes melodías...Prohibido pintar arcoiris negros, no sonreir cuando algo te hace feliz, tener miedo de decir las cosas que quieres gritar. Toca guardar el zapato de clown con todo lo que eso conlleva, con las colillas,los recuerdos, los pedacitos, las melodias, los arcoiris, las cosas felices, las palabras que salen de nuestras bocas... Es hora de guardarlo todo en el zapato de clown, no sea que aparezca el otro par.

Acabo de encontrar este texto por casualidad y he tenido el impulso de publicarlo. Realmente no me acuerdo cuando ni por qué lo escribí, pero he decidido dejarlo tal cual estaba... al fin y al cabo, algún motivo tendría que tener!

miércoles, 8 de febrero de 2012

Hoy

es uno de esos días en los que, de haberlo sabido, me habría quedado a vivir en la ducha. Y tan agusto. Recién levantada, dejando que las preocupaciones se escurran como el agua, que los sueños de esa noche se escapen gota a gota. Que se pase el dia y se ponga el sol, y mientras tanto seguir bajo el agua sin tener que escuchar sandeces.
Malditos miércoles.

domingo, 5 de febrero de 2012

Cuba hecha trazos

     No es la primera vez que el espíritu cubano llega a la gran pantalla, ni será la última.  Ahora bien, es una de las películas donde mejor se refleja ese espíritu. Me refiero a Chico y Rita, el primer  largometraje español de animación que se cuela en la ceremonia de los Oscars. Esta obra maestra, fruto de un buen trabajo en equipo, lo tiene todo. O, por citar a cierto profesor de matemáticas de mi facultad, “todo todotodo todotodo todotodo” (muy sabia reflexión, seamos sinceros). Y es que eso es lo que ocurre cuando se junta semejante grupo de genios, cada uno muy destacable en su campo: Trueba aporta el argumento, Mariscal los dibujos y Bebo Valdés interpreta una banda sonora excepcional. Todo un lujo.



     Se trata de todo un homenaje a la cultura cubana, estando su música presente en todo el filme. Más que una película, es un videoclip, ya que no hay escena que no esté marcada por la banda sonora.  Los ritmos se suceden, se encadenan, restándole importancia a los diálogos. Y es que, en realidad, podría tratarse de una película muda. A ello, ayuda la estética de cómic underground, tan propia de Mariscal, con los gruesos trazos negros que definen a muchos de sus personajes, como ha sido el caso de Cobi, la estrella de Barcelona 1992, o Twispy en la expo de Hanover. Sin olvidar el campo del diseño industrial: los productos de Mariscal, 2D aparte, tambien están marcados por las líneas gruesas aunque siempre suaves, evitando las formas angulosas. Un claro ejemplo de ello, el taburete Dúplex.

Mascotas Cobi (Barcelona 1992),  Twispy (Expo 2000 Hanover) y Taburete Dúplex, del Estudio Mariscal

      Volviendo a las pantallas, a Chico y Rita y a sus características de película muda.  Ahora que tan de moda está el cine silencioso tras el éxito de “The Artist”, bien podría haber sentado el precedente. Los logrados movimientos a la hora de bailar y de mover a los personajes, hacen que el espectador entienda la película sin necesidad de palabras. Como si de una obra de teatro se tratase, los contoneos de Rita al bailar se exageran, aunque siempre son algo lentos para dotarlos de sensualidad. Al fin y al cabo, Trueba es experto en transmitir el arte de la seducción,  algo que demostró en Belle Epoque y que le fue reconocido con 9 merecidos Goya.
    Por último, para hablar del argumento sin desvelarlo, lo resumiría como un videoclip animado de “el hombre del piano” en versión cubana. Amor, celos y música, con un chorrito de ron y traición. Agitar en coctelera y servir bien frío entre la Habana y Nueva York.


sábado, 4 de febrero de 2012

Fin de la hibernación


     Enero es un mal mes para los blogs estudiantiles. Por mucho comienzo de año y muchos buenos propósitos que tengamos, no tenemos más remedio que sustituír el teclado por el bolígrafo y dejarnos las muñecas haciendo resúmenes, esquemas y bocetos. Pero mientras nuestros blogs están en plena hibernación, no pasa lo mismo con nuestros cerebros. El hecho de que tengamos que concentrarnos en estudiar es una excusa perfecta para que nuestras neuronas se vayan de fiesta y empecemos a desvariar. Se nos ocurren mil y una cosas que hacer, mucho más provechosas que los repasos de última hora: encontramos videos graciosísimos, descubrimos que nos encanta un determinado grupo y nos escuchamos toda su discografía o sale una película tremendamente buena que queremos ver antes de que todos los enlaces huyan de series.ly por miedo al monstruo de la S.O.P.A. Y de paso, se nos ocurren nuevos temas o cosas que nos apetece publicar una vez que nuestros ordenadores vuelvan a ser útiles.
     Y así se presenta febrero, como el salvador de las bitácoras modernas. El año comienza a partir del fin de exámenes. Quizás no el día uno, ya que necesitamos salir al aire libre y revolcarnos en los placeres de tener vida social. Pero ya estamos a cuatro y el ambiente comienza a caldearse. El teclado vuelve a repiquetear y los temas de actualidad vuelven con más ganas de protagonismo que nunca… Me prometí dejar temas polémicos (y quien dice polémicos dice de política básicamente) a un lado, al menos durante un  tiempo. Al fin y al cabo, la legislatura está recién estrenada y ya está dando suficiente que hablar, así que tengo claro que no me van a faltar oportunidades para debatir y criticar al sistema en poco tiempo.
Por ahora, por lo tanto, hay otras cosas planeadas. Un pequeño diario de viaje desde la fría Hungría, alguna que otra opinión literaria y cine, mucho cine. Y es que febrero, además de ser el resurgir del blog, es el mes del séptimo arte. Bafta, goya y oscars. Tres en uno, uno cada fin de semana. Y eso merece una preparación previa, además de los comentarios de turno después de las ceremonias.
     Telita la que tiene febrero, hay que ver la de expectativas que genera el condenado, y eso que solo son 29 dias.