Años, llevamos años luchando contra ello, y por fin las palabras se han llevado la violencia que ETA traía consigo. Atrás han quedado asesinatos, amenazas y el terror a que algo nuevo ocurriera. Me habría encantado escribir esto el día 20, pero me pareció más apropiado pensarlo un poco más detenidamente, dejar un dia de por medio para que la gente, yo incluida, reflexionara. No es bueno dejarse llevar por la emoción al leer las noticias que proclamaban el esperado fin de la banda.
Y digo esperado por que se trata de un hecho que se veía venir desde hace un par de años. Ha sido fruto de largas estratagemas políticas, tediosos debates e intentos de diálogo con personas a las que las palabras no suelen afectarles. No hay más que comparar la atención mediática que se le ha prestado. Si bien es cierto que ha sido el titular de portada de casi todos los periódicos y que el video ha sido difundido en los telediarios de una y otra cadena, no se va a convertir en un factor clave para las futuras elecciones, ni es un tema de conversación que la gente comente sorprendida.
Aún así, me permito creer que este anuncio ha tenido lugar en el momento apropiado. A pesar de ser algo que se esperaba, si ocurre dentro de un mes, tras el famoso 20N, podrían haber sido otros los que se llevaran los laureles sin haber dado un palo al agua.
Estamos un paso más cerca de la libertad. Y no un paso pequeño, sino uno de gigante, de esos de los que Gulliver se sentiría orgulloso. Pero no nos engañemos, aun queda mucho por hacer. La mentalidad de muchas personas, sobretodo cuando se trata de ideologías tan radicales, no es fácil de cambiar. Pero es cosa de todos y los avances como estos merecen ser festejados. El 20 de Octubre pasará a la historia como una victoria de las más importantes, tanto para nuestro país como para toda Europa, marcando un antes y un después. El hecho de no tener que pensar en despliegues policiales, ni en el qué dirán los telediarios cuando tenga lugar un evento relacionado, suponen un cambio político y social que, esperemos, la sociedad sepa apreciar.