domingo, 5 de febrero de 2012

Cuba hecha trazos

     No es la primera vez que el espíritu cubano llega a la gran pantalla, ni será la última.  Ahora bien, es una de las películas donde mejor se refleja ese espíritu. Me refiero a Chico y Rita, el primer  largometraje español de animación que se cuela en la ceremonia de los Oscars. Esta obra maestra, fruto de un buen trabajo en equipo, lo tiene todo. O, por citar a cierto profesor de matemáticas de mi facultad, “todo todotodo todotodo todotodo” (muy sabia reflexión, seamos sinceros). Y es que eso es lo que ocurre cuando se junta semejante grupo de genios, cada uno muy destacable en su campo: Trueba aporta el argumento, Mariscal los dibujos y Bebo Valdés interpreta una banda sonora excepcional. Todo un lujo.



     Se trata de todo un homenaje a la cultura cubana, estando su música presente en todo el filme. Más que una película, es un videoclip, ya que no hay escena que no esté marcada por la banda sonora.  Los ritmos se suceden, se encadenan, restándole importancia a los diálogos. Y es que, en realidad, podría tratarse de una película muda. A ello, ayuda la estética de cómic underground, tan propia de Mariscal, con los gruesos trazos negros que definen a muchos de sus personajes, como ha sido el caso de Cobi, la estrella de Barcelona 1992, o Twispy en la expo de Hanover. Sin olvidar el campo del diseño industrial: los productos de Mariscal, 2D aparte, tambien están marcados por las líneas gruesas aunque siempre suaves, evitando las formas angulosas. Un claro ejemplo de ello, el taburete Dúplex.

Mascotas Cobi (Barcelona 1992),  Twispy (Expo 2000 Hanover) y Taburete Dúplex, del Estudio Mariscal

      Volviendo a las pantallas, a Chico y Rita y a sus características de película muda.  Ahora que tan de moda está el cine silencioso tras el éxito de “The Artist”, bien podría haber sentado el precedente. Los logrados movimientos a la hora de bailar y de mover a los personajes, hacen que el espectador entienda la película sin necesidad de palabras. Como si de una obra de teatro se tratase, los contoneos de Rita al bailar se exageran, aunque siempre son algo lentos para dotarlos de sensualidad. Al fin y al cabo, Trueba es experto en transmitir el arte de la seducción,  algo que demostró en Belle Epoque y que le fue reconocido con 9 merecidos Goya.
    Por último, para hablar del argumento sin desvelarlo, lo resumiría como un videoclip animado de “el hombre del piano” en versión cubana. Amor, celos y música, con un chorrito de ron y traición. Agitar en coctelera y servir bien frío entre la Habana y Nueva York.


No hay comentarios:

Publicar un comentario